PRIMER DIA

Estoy aqui sentada, conociendo algo nuevo. Me hace gracia. ¡Cuántas veces me habrán dicho: "Hazte un blog"! Y mira por dónde que hoy, 3 de febrero y gracias a mis perracas he decidido hacérmelo. Sinceramente no sé para que lo voy a usar; supongo que para desahogarme, porque considero que sí, todo el mundo tiene un diario... pero ¿para qué te quieres quedar las cosas para tí misma? Así no se va arreglar nada y tu seguirás con la misma frustación. Hoy, para empezar, quería agraderos a vosotras, mis niñas, que a pesar de la distancia me entendeis, me escuchais, nos reirmos y sobre todo nos queremos. Sois unas chicas estupendas y no sé si esto lo va a leer alguien más o solo vosotras, pero me da lo mismo, os quiero chicas.

Para empezar haré un breve resumen de mi vida: Nací un 11 de febrero del año 1994. Me queda nada para cumplir los 17, una edad que considero un tanto absurda, ya que estás entre la niñez y ser "adulto". Nací en Madrid, pero vivo desde entonces en Alcobendas, una ciudad que es todo lo contraria a mí, ya que tiene premio por la ciudad del deporte y yo soy muy vaga. Siempre he sido una niña bastante sabionda, simpática, risueña y espontánea. De pequeña era la "líder" de  mi clase, pero cuando entré al instituto se me quitaron todas las tonterías. Me di cuenta que había miles de chicas como yo, incluso chicas más guapas, delgadas, altas... 

Cuando tenía 8 años, mis padres se separaron. Con mi padre la relación desde entonces es bastante regular ya que cuando yo era más pequeña, él trabajaba de bombero y los días que libraba trabajaba de portero en una discoteca, por lo que se acostaba tarde y yo los fines de semana que estaba con él me los pasaba sola, despierta en casa porque él estaba cansado. En 6º de primaria tuve un problema: se me cayeron las cejas y las pestaña. La verdad es que yo era una chica bastante segura y no me causó mayor trauma, pero lógicamente había que saber de donde venía aquello, por lo que fui a varios dermatólogos y al final acabé yendo a una psicóloga, la cual me dijo que se me caían por el estrés que me causaba no estar con mi padre y que una tía mía, con la que convivía mucho, le dio una fuerte depresión y en aquella edad yo veía que era como que me habían cambiado de tía. Empecé el instituto y todo bien, pasé a ser la chica normalita de clase en la que lo chicos se fijan porque eres muy simpática. Me di cuenta verdaderamente como era y empecé adquirir unos valores, de los que ahora mismo estoy orgullosa. Estuve dos años en el instituto completamente enamorada de un chico 2 años mayor que yo que claro está, era inalcanzable, hasta que ese chico decidió irse del instituto. Yo lo pasé muy mal y poca gente me entendió... Lo cierto es que ahora mismo no me entiendo ni yo misma, porque estaba enamorada perdidamente de un físico. 

En 3º de la ESO llegó Mario. Lo conocí por Internet, en la pagina de votamicuerpo... y tuvimos nuestros más y nuestros menos hasta que empezamos a salir 7 meses después de conocernos. Le quería muchísimo y él me trataba fatal, no me prestaba atención y no me valoraba lo suficiente. Al final, después de estar 2 meses con él decidí que hasta ahí. Me costó mucho darme cuenta, estaba completamente ciega. Todo el mundo me lo decía y yo no creía a nadie.

Mario me ha vuelto hablar y considero que se arrepiente mucho y que si le dijera de volver ahora, después de 2 años lo haría, pero nuestra relación se basó en mentiras, y no por terceras personas, y no porque fuera un chico es ligón, sino porque se inventaba muchas cosas. 

Estando con este chico en julio de hace dos años, entré con una amiga al chat TUENTIFOTOS; nuestro gran amigo, y conocí un montón de gente que me hacía olvidar mis problemas, me hacían reír, me prestaban atención que era lo que yo necesitaba. Aquí os conocí a vosotras, a mis perracas y también conocí a Javi, una de las personas más impresionante que he conocido en mi vida. Todo empezó como una amistad y  surgió muy deprisa, pero ya llevamos 7 meses juntos, ahora mismo estoy luchando por esta relación porque salga bien ya os iré contando lo que me vaya pasando